Creo que es muy necesario poner un poco de realidad y conciencia en la inercia de alimentación que llevamos en estos tiempos.
Es cierto que, en la actualidad, los quehaceres y las exigencias del día a día convierten nuestra vida en una carrera de fondo que nos incita a dejar de lado algo tan básico e importante como nuestra alimentación.
Esto ha dado pie a que grandes multinacionales se adueñen de nuestra cocina con productos procesados y ultraprocesados, nada saludables.
Es verdad que resultan rápidos y fáciles de preparar, pero hay que tener en cuenta que estos productos no aportan los nutrientes fundamentales que nuestro organismo necesita; es decir, pueden ser la excepción, pero no la norma en nuestra alimentación.
Bajo mi punto de vista no son comida, sino preparaciones industriales comestibles.
Y no solo no nutren sino que nos enferman de muchas maneras.
Tabla de contenidos
Organización y despensa
Para llegar a tener una alimentación saludable, consciente contigo y con el planeta, es necesario aprender lo que tu organismo necesita, qué le viene bien o no y cómo prepararlo de un modo que te sea fácil, rico y nutritivo.
El objetivo es mejorar nuestra salud y bienestar a través de la alimentación. Un cambio que debe ser sencillo, sin extremismos, paulatino y divertido.
La clave principal es organizarse para no estar todo el día cocinando y tener claras unas cuantas ideas en cuanto a qué comprar, nuestro cuerpo lo agradecerá enormemente.
Y yo, ¿Qué puedo hacer por mi alimentación?
Con la alimentación, al igual que con muchos otros aprendizajes, si establecemos objetivos demasiado ambiciosos, podemos acabar desinflándonos en el intento y ahogando cualquier posibilidad de cambio.
Por eso, se trata de realizar pequeños cambios, de manera gradual, y escuchar atentamente nuestro ritmo para no forzarnos y poder disfrutar del camino.
Si avanzamos de manera progresiva y constante tendremos muchas más posibilidades de alcanzarlos con éxito.
Si eres adicto al azúcar, los fritos, los snacks, bebidas azucaradas, comida procesada y ultraprocesada, póntelo fácil.
Como todo en la vida, los pequeños pasos son muy importantes.
Que los objetivos sean reales con tu día a día. Por eso, si tu alimentación no es nada saludable, comienza paso a paso.
Puedes empezar por comer más sano algunos días de la semana, para que el cambio no sea tan radical, y así ir incorporando otros alimentos de una manera real.
Ten en cuenta que los procesados y ultraprocesados tienen mucha sal, grasas, azúcares y potenciadores del sabor, por lo que es difícil que a tu paladar le resulten ricos otros tipos de alimentos más saludables.
Por ejemplo, puedes dejar de comer bollería industrial y preparar tus propios bizcochos, asegurándote de tener un pedazo para esos momentos en los que no puedes resistirte al dulce. Además, sabrás que tu bizcocho está hecho con los mejores ingredientes, porque lo has hecho tú.
Los snacks puedes ser más saludables como por ejemplo los frutos secos.
Utilizar más el horno en vez de tomar tantos fritos.
Estos son algunos ejemplos, veremos más.
tienes un poder del que no eres del todo consciente
Es el poder que tienes como consumid@r, el poder de elegir lo que compras y dónde lo compras.
Todos los días compras comida, gastas tu dinero en alimentos. Con este poder enriqueces o empobreces a:
• Ti mism@, dependiendo de la calidad de tu comida.
La comida procesada y ultraprocesada no te nutre, más bien va desgastando tu organismo hasta que de una u otra manera aparece la enfermedad. Las relacionadas con la alimentación son muy variadas.
• Grandes multinacionales que deterioran el planeta entero con sus maneras de producir
A las grandes multinacionales de la alimentación solo les importa sacar beneficios económicos. Mientras, deterioran nuestro cuerpo y nuestro hogar, todo esto sin pedir permiso a nadie.
• Pequeñas empresas familiares que sí cuidan a los animales y a la tierra
Para mí cuidar también es apostar por la gente que hace las cosas bien. Es decir, que produce en ecológico, con todo lo que esto supone.
Hoy en día se necesitan más certificados y permisos para hacer las cosas bien que para envenenar la tierra. Al planeta en general.
Quiero traer un poco de conciencia sobre el lugar en el que te posicionas con algunos asuntos en la alimentación
Mi intención es que reflexiones y pongas la mirada en el presente, aunque también en el futuro.
En mi opinión, sobre lo caros que pueden llegar a ser ciertos productos ecológicos quiero decir que, para mí, es mucho más caro a corto y largo plazo envenenar por norma la tierra y los alimentos, algo que no hace falta hacer si se tienen en cuenta factores que no se están considerando en la agricultura intensiva, como el cuidado y nutrición de la tierra y la de los ecosistemas, entre otros.
Para mí no es caro invertir en salud, la mía, la de mi familia, en la del planeta entero y en una manera más respetuosa de hacer las cosas, tanto en agricultura como en ganadería.
Prefiero invertir en comida sana que gastar mi dinero en alimentación basura y en cosas superficiales que realmente no me nutren.
Existen muchos grupos de consumo donde la gente se organiza para tener su cesta ecológica cada semana. Investiga en tu zona, ya verás que no es tan caro.
Hablemos también del Comercio Justo
Otra cosa que me parece importante desde que el mercado es mundial y los productos viajan más que las personas, es la calidad de vida de los agricultores, ganaderos y todas aquellas personas que de una u otra manera producen alimento. ¿Por qué son las que menos ganan económicamente siendo algo esencial para nuestra subsistencia?
¿Por qué son las que menos ganan económicamente siendo algo esencial para nuestra subsistencia?
El precio de un tomate es ínfimo para el agricultor; a no ser que seas el agricultor, el transportista y el vendedor, algo que resulta realmente complicado, por no decir imposible.
En toda esta cadena el agricultor es el que menos gana. Esto en nuestro país, pero en otros la cosa se complica aún más.
Es por esto que quiero mencionar los productos de comercio justo, estos tienen que cumplir varios principios: condiciones laborales y salarios dignos, rechazo a la explotación laboral infantil, igualdad de género, y respeto al medioambiente a través de prácticas respetuosas con el entorno.
El Comercio Justo es un movimiento mundial integrado por una diversa red de productores, empresas, compradores, defensores y organizaciones, cuyo fin consiste en crear un modelo comercial más justo y equitativo.
Su objetivo es mejorar el acceso al mercado de los productores más desfavorecidos y cambiar las injustas reglas del comercio internacional que consolidan la pobreza y la desigualdad mundial.
Escoger un producto con la Certificación de Comercio Justo es una manera de realizar actividades comerciales que cambian el mundo.
Conclusión: sí se puede.
Bueno espero y deseo que este post te haga reflexionar sobre la manera que compras, es decir, en la manera en la que te alimentas.
Se puede hacer y es más sencillo de lo que piensas.
No es una locura inalcanzable reducir el consumo de proteínas animales, consumir productos locales y de temporada y elegir alimentos que ayudan a much@s personas y a nuestro planeta a estar mejor.
Espero que estas ideas y reflexiones te sirvan y te hagan cambiar cómo te alimentas, aunque sea un poquito.
Y no te engañes, no hace falta que te hagas vegetarian@ para aprender otra manera de alimentarte, poder formarte, tomar proteínas de calidad y más sanas, disfrutar de recetas deliciosas, fáciles y muy nutritivas.
A corto y largo plazo lo agradecerás, estar san@ es el mejor regalo que puedes ofrecerte a ti mism@, cuando somos jóvenes todo vale, pero la pregunta es ¿Cómo quieres estar a partir de los 60 años?
Si necesitas un cambio y no sabes por dónde empezar tengo algo que te va a encantar:
Un Curso Regular de Cocina Vegetariana Saludable Online
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